Las acciones de Enagás han experimentado una leve revalorización del 4% en lo que va del año, estabilizándose ligeramente por encima de los 12 euros. A pesar de este modesto aumento, los analistas están comenzando a ver señales de compra a corto plazo. Este movimiento en el mercado ocurre justo antes de la presentación de resultados del grupo, programada para el martes 18 de febrero, donde se espera que se revelen datos claves sobre su desempeño financiero.
Se estima que Enagás reportará pérdidas netas cercanas a los 60 millones de euros, una cifra que refleja el impacto de las minusvalías asociadas a la venta de Tallgrass y a las complicaciones legales en Perú relacionadas con la inversión en el Gasoducto Sur Perú (GSP). Los analistas de finanzas.com han señalado que la minusvalía contable derivada de la operación de Tallgrass ya había alcanzado los 363,71 millones de euros en el tercer trimestre, y se prevé que el arbitraje en Perú sume otros 240 millones de euros a esta cifra, lo que añade presión sobre sus resultados.
A pesar de las pérdidas esperadas, se anticipa que el EBITDA de Enagás cumplirá con las directrices establecidas, proyectando un EBITDA que superará los 740 millones de euros. La parte alta de la cuenta de resultados podría ver una ligera disminución en los ingresos, pero se espera que el beneficio neto recurrente, excluyendo los impactos extraordinarios, se sitúe alrededor de los 300 millones de euros, superando las proyecciones anteriores que apuntaban a un máximo de 270 millones.
Un aspecto positivo en este panorama es la reducción de la deuda en aproximadamente 1.100 millones de euros, resultado de la venta de Tallgrass, lo que mejorará el flujo de caja operativo de Enagás. Esto permitirá que la deuda neta de la compañía se reduzca a cerca de 2.400 millones de euros, alineándose con los objetivos financieros del grupo y proporcionando un respiro en su carga financiera.
Desde una perspectiva técnica, el precio de las acciones de Enagás ha mostrado una recuperación desde los mínimos de marzo del año pasado, estableciéndose una franja clave de soporte entre 11 y 11,55 euros. Eduardo Faus, analista de Renta 4 Banco, menciona que este comportamiento reciente del precio genera una señal de compra a corto plazo, con expectativas de movimiento en el rango de 0 a 3 meses. Sin embargo, la zona crítica de resistencia se sitúa entre 13,30 y 13,90 euros, lo que podría indicar un potencial rebote al alza en el medio plazo, mientras que cualquier caída por debajo de 11,55 euros representaría una señal de alerta para los inversores.