El exministro y excandidato presidencial de la UDI, Joaquín Lavín, ha manifestado su indignación tras la decisión de la Corte de Apelaciones de Santiago de revocar el arresto domiciliario de su nuera, Cathy Barriga, quien se enfrenta a una nueva orden de prisión preventiva en el marco de una investigación por fraude al fisco. Esta medida, que representa su tercer ingreso a la cárcel, ha sido calificada por Lavín como un acto de «ensañamiento» que afecta no solo a Barriga, sino también a su familia, especialmente a su hijo, quien ha sufrido las consecuencias de la situación.
Lavín ha expresado su preocupación por el impacto emocional que la situación tiene en su nieto, quien, según sus palabras, necesita la presencia constante de su madre. «Imagínense que de repente la mamá se va, pasa un mes y medio presa, la mamá vuelve. Pasan ocho días y la mamá se va otra vez. Esto es un acto de crueldad para un niño que ya enfrenta desafíos significativos», declaró. Estas afirmaciones reflejan la tensión emocional que la familia Barriga-Lavín está experimentando ante la inestabilidad que la situación legal ha generado.
El exalcalde de Las Condes también ha criticado el proceso judicial, señalando que Barriga ha estado más de un año en arresto domiciliario y ha pasado más de tres meses en prisión sin que aún se haya iniciado el juicio en su contra. Lavín ha subrayado que todo este proceso se basa en un supuesto déficit que se calcula con un instructivo que ya ha sido derogado, lo que, según él, pone en duda la validez de las acusaciones que enfrenta Cathy Barriga.
Además, Joaquín Lavín ha insistido en que la situación de su nuera refleja un trato desproporcionado y un enfoque punitivo por parte de las autoridades. En sus declaraciones, ha pedido una revisión más crítica de los procedimientos legales que han llevado a esta serie de encarcelamientos, sugiriendo que podría haber un trasfondo de hostilidad hacia Barriga que trasciende la mera aplicación de la ley.
La situación de Cathy Barriga ha captado la atención de la opinión pública y ha generado un debate sobre el sistema judicial chileno y su capacidad para manejar casos que involucran a figuras políticas. La controversia alrededor de su caso no solo pone en la mira la administración de justicia, sino también el impacto que tiene en las familias involucradas, como la de Joaquín Lavín, quien continúa defendiendo a su nuera en medio de un proceso que sigue siendo extremadamente complicado y doloroso.