Con un discurso cargado de promesas y proclamaciones sobre el futuro del país, Donald Trump inició su segundo mandato como presidente de Estados Unidos este lunes 20 de enero, tras jurar el cargo en una ceremonia celebrada en el Capitolio de Washington DC. Aseguró que este día marcará el inicio de una nueva etapa para la nación, destacando que su prioridad será siempre poner a Estados Unidos primero.
«En cada uno de mis días al frente de gobierno, pondré a Estados Unidos primero», afirmó desde la rotonda del Capitolio, ante una audiencia que incluía tanto a figuras políticas como a destacados empresarios. «Nuestra soberanía será restablecida, nuestra seguridad será reforzada y la balanza de la justicia será reequilibrada», aseguró el mandatario, quien reiteró su compromiso con lo que describió como una revolución del sentido común.
Un discurso lleno de simbolismo y promesas
En su intervención, Trump señaló que el camino hacia el renacimiento del país comenzará desde este mismo momento. “A partir de este día, nuestro país florecerá y será respetado”, dijo, enfatizando que su gobierno trabajará para crear una nación «orgullosa, próspera y libre».
Durante el acto, estuvo acompañado por su esposa y nueva primera dama, Melania Trump, así como por otros miembros de su familia. En el evento también estuvieron presentes expresidentes como Joe Biden, Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton, además de altos representantes del Congreso, miembros de la Corte Suprema y personalidades del sector tecnológico como Elon Musk y Mark Zuckerberg. En total, unas 800 personas fueron invitadas a la ceremonia.
El discurso también incluyó referencias personales del mandatario, como el ataque que sufrió durante la campaña electoral en Pensilvania el pasado mes de julio. «Hace unos meses, un grupo de asesinos me perforó la oreja en un mitin. Pero mi vida se salvó por algo: Dios me salvó para hacer a EE UU grande de nuevo», recordó, generando reacciones tanto de asombro como de apoyo entre los asistentes.
Un llamado a la transformación nacional
Trump destacó la importancia histórica de las elecciones recientes, calificándolas como «las más grandes y consecuentes en la historia de nuestro país». Además, describió este nuevo comienzo como un «día de liberación», afirmación que arrancó un largo y estruendoso aplauso de la audiencia presente en la Rotonda del Capitolio.
El presidente concluyó su intervención reiterando su intención de liderar una transformación profunda en Estados Unidos, prometiendo devolverle su grandeza a través de políticas que prioricen la soberanía, la seguridad y la justicia.
Con su regreso al poder, Donald Trump inicia un nuevo capítulo en la historia política de Estados Unidos, cargado de retos, expectativas y, sobre todo, la promesa de un futuro renovado para la nación.