No hay buen escenario en una guerra. El Fondo Monetario Internacional, FMI, advirtió que, si la guerra en Ucrania se convierte en un “conflicto prolongado”, su Producto Interno Bruto, PIB, podría caer entre un 25% y 35% en 2022.
Los pronósticos fueron publicados en un nuevo informe sobre el impacto de la guerra en esa economía de más de 44 millones de habitantes y reconoce que existe una “enorme incertidumbre”.
El documento cita como causas del mal pronóstico la contracción aguda de la demanda y la alteración de las cadenas de suministro, entre otros aspectos. “La economía (de Ucrania) se estima que registre una profunda recesión este año”, señaló el documento.
Como es costumbre, las proyecciones económicas de los organismos estiman varios escenarios: en el primero, con la esperanza de que el conflicto concluya en el corto plazo, las estimaciones del Fondo apuntan, “como mínimo”, a una caída del 10 % del PIB este año.
Pero en el otro escenario, el de un conflicto prolongado, la contracción anual en Ucrania rondaría el 35% según la estimación, un rango visto en otros países con conflictos bélicos recientes, como Siria o Yemen.
“Una creciente pérdida de capital físico y una migración masiva podría resultar en una contracción aún más significativa, con un colapso de los flujos comerciales, una mayor disminución de la capacidad de recolección de impuestos y un mayor deterioro de su posición fiscal y externa”, advierte el informe del FMI.
En búsqueda de mitigar el impacto de la guerra para esa economía, el organismo aprobó la semana pasada 1.400 millones de dólares en ayuda de emergencia para Ucrania.
Hoy el Banco Mundial, BM, aprobó casi 200 millones de dólares en financiación adicional y reprogramada para reforzar el apoyo a Ucrania. Este financiamiento se suma a los 723 millones de dólares aprobados la semana pasada y parte del paquete de 3.000 millones de dólares que el BM busca desembolsar para las próximas semanas.
David Malpass, presidente del BM, confirmó que “las magnitudes (del conflicto) son astronómicas”, y agregó que el esfuerzo de reconstrucción implicaría carreteras, puentes y otras infraestructuras. “Eso asciende a decenas de miles de millones de dólares”, comentó el funcionario durante un encuentro virtual organizado por el ‘Washington Post’.
El funcionario aprovechó el espacio para pedir a los ciudadanos y empresas del mundo no acaparar alimentos ni combustibles en un contexto de aumento de precios por la guerra. Malpass se mostró optimista y dijo que no prevé que la crisis acabe con la recuperación mundial o reduzca el PIB global.