El primer sueldo representa un hito significativo en la vida laboral de cualquier persona, pero para muchas mujeres, esta etapa puede venir acompañada de incertidumbres financieras. La brecha salarial de género, que se estima entre un 15% y un 30%, se traduce en que las mujeres ganan significativamente menos que sus contrapartes masculinas, lo que repercute en su capacidad para gestionar sus finanzas de manera efectiva. Según el Índice Global de Brecha de Género 2024, la situación es alarmante, ya que las mujeres enfrentan no solo una diferencia en ingresos, sino también desafíos adicionales al momento de planificar su futuro financiero, especialmente cuando deciden ser madres y asumen un papel más activo en las tareas de cuidado.
La falta de acceso a productos financieros es otro factor que complica la vida financiera de las mujeres. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera de 2021 del INEGI, solo el 60% de las mujeres en México tiene acceso a algún producto financiero, frente al 75% de los hombres. Esta desigualdad no solo limita su capacidad de ahorro e inversión, sino que también las deja en una posición vulnerable ante emergencias económicas. En este contexto, es fundamental que las mujeres se empoderen a través de una educación financiera adecuada que les permita comprender mejor su relación con el dinero y tomar decisiones informadas.
Para comenzar a gestionar sus recursos financieros de forma efectiva, Daniel Urías, experto en bienestar financiero, sugiere varios consejos prácticos. Primero, es esencial que desde el primer sueldo, las mujeres empiecen a ahorrar, aunque sea una pequeña parte. Lo importante es la constancia y no la cantidad ahorrada. Además, advierte sobre el riesgo de gastar más de lo que se gana, un error común que puede llevar a deudas insostenibles, sobre todo con el uso indiscriminado de tarjetas de crédito. Aprender a manejar el crédito y establecer un presupuesto son pasos cruciales para evitar caer en el ciclo del endeudamiento.
Otro aspecto clave es destinar parte del aumento salarial al ahorro en lugar de incrementos en gastos. Urías recomienda que, al recibir un aumento, se ahorre al menos el 50% y se utilice el resto para mantener un estilo de vida equilibrado. Además, tener un fondo de emergencia equivalente a tres meses de gastos es vital para enfrentar imprevistos sin afectar la estabilidad financiera. Esta planificación no solo ayuda a las mujeres a sentirse más seguras, sino que también les brinda herramientas para enfrentar situaciones adversas.
Finalmente, es crucial que las mujeres se informen sobre opciones de inversión que les permitan hacer crecer su dinero en lugar de dejarlo estancado en cuentas de nómina. Invertir en instrumentos como Cetes o cajas de ahorro puede ser un primer paso hacia la construcción de un patrimonio. Asimismo, entender el funcionamiento de las tarjetas de crédito y cómo mantener un buen historial crediticio puede abrir puertas a mayores oportunidades en el futuro. Con estos conocimientos y prácticas, cada mujer tiene el potencial de tomar control sobre su vida financiera y construir un futuro más seguro y estable.