El mundo de la creatividad es mucho más complejo de lo que se imagina. Mucha gente considera que, un buen día, la bombilla de tu cabeza se encendió y tuviste la mejor idea de tu vida. Sin embargo, la cabeza de un creador no funciona así, y menos en el mundo artístico. Nuestra cabeza funciona por conexiones y asociaciones que, eso sí, son capaces de inspirarnos a crear algo genuino. Sin embargo, siempre hace falta tener una estrategia o una fórmula para poder activar todos tus sentidos y comenzar un proceso creativo rentable.
Es por eso que, en el último tiempo, se ha creado una técnica que, dentro del mundo visual, ya sea decoración, diseño o ilustración, está dando sus buenos frutos. Se trata de lo comúnmente llamado como “muro de inspiración” y, en este nuevo artículo de unCOMO te vamos a dar todas las bases sobre el Moodboard: qué es, para qué sirve y cómo se hace.
Qué es el Moodboard
La palabra Moodboard viene del inglés y, figuradamente, significa lo que en español conocemos como “muro de inspiración”. Esto se refiere a crear un documento o boceto que tenga todo aquello que te inspira y que, por una u otra razón, te mueve a crear o querer desarrollar un diseño.
No se trata estrictamente de un collage que debe quedar bonito, sino que tiene que tener un sentido y una intención. El Moodboard está construido a través de recortes, revistas, fotografías, texturas y colores y se crea con una intención más allá de lo estético. Por ejemplo, si estás pensando en redecorar tu casa, en hacer reforma en tu jardín o si quieres, en otro nivel, crear de cero una página web, siempre viene bien poner sobre la mesa todas aquellas cosas que te representan y poder crear algo con ello.
Esta herramienta es muy usada tanto por interioristas, como por arquitectos, diseñadores gráficos, ilustradores o audiovisuales, ya que es una forma muy eficaz de entregarle a tu cerebro las herramientas que te gustan para crear algo con ellas.
Para qué sirve el Moodboard
Los Moodboard están cada vez más de moda y hay mucha gente que quiere comenzar a aplicarlos en su día a día. Sin embargo, no se debe obviar que se trata de un recurso en específico, no de un ejercicio artístico. Esta técnica tiene una finalidad y puede resultar útil para determinados aspectos de un proceso creativo, como pueden ser:
- Para aclarar ideas: en ocasiones podemos creer que tenemos una idea, pero la sentimos enredada entre muchas cosas de nuestra cabeza. El Moodboard nos ayuda a desenredar toda la maraña de ideas e ir aclarando las cosas.
- Para aterrizar nuestras impresiones: muchas veces se puede dar el caso de que parece que tenemos algo en nuestra cabeza, pero no le damos forma. Con esta técnica, puedes comenzar a poner forma, textura y color a esa idea que quiere salir.
- Para definir nuestra creatividad: el mundo del arte resulta abstracto hasta que nos atrevemos a darle forma. Esta herramienta creativa nos ayuda a ir definiendo y puliendo nuestra siguiente creación.
- Para poder decir cuál es nuestro estilo: tenemos muchos estilos y modas a nuestro alcance que nos puede aportar más o menos, pero lo verdaderamente valioso es saber cuál es nuestro estilo propio y de qué nos nutrimos a la hora de crearlo.
- Para poder obtener resultados y mejorar y expresar nuestras ideas: si trabajas dentro del mundo creativo, el Moodboard es una herramienta ideal para poder comunicarse con el resto de personas y optimizar el tiempo y el resultado.
Cómo se hace el Moodboard
Decidirse a hacer un buen Moodboard es una excelente opción si estás a las puertas de empezar un nuevo proyecto de estilo o diseño, o si te sientes estancado en un idea que no termina de salir. Si te preguntas cómo comenzar y desarrollar esta técnica, aquí te dejamos los cuatro pasos principales para que comience a tener forma:
- Define cuál es el título del proyecto: lo primero que debes preguntarte es qué es lo que quieres hacer y cuál es el objetivo. Para ello, define un nombre del proyecto y maneja unas cuantas palabras claves para la búsqueda.
- Comienza con la recopilación: con el título y el objetivo marcado, comienza a recolectar y buscar todo tipo de imágenes que te gusten, te inspiren y sientas que pueden funcionar.
- Elige el soporte donde vas a crearlo: una vez tengas las imágenes, objetos o medios digitales, deberás elegir cuál quieres que sea el soporte donde construirás el muro. Puedes hacerlo todo de forma digital, editando, u optar por la vía analógica, haciendo collage manualmente.
- Depura y define: una vez tengas todos los elementos seleccionados, deberás ir filtrando y seleccionando aquellos que más te convenza Puedes generar varias versiones para después poder quedarte con la mejor de todas ellas.