El subsecretario de Redes Asistenciales, Osvaldo Salgado, se encuentra actualmente en un proceso de evaluación respecto a su posible renuncia al cargo, según informó este jueves la ministra vocera (s) Aisén Etcheverry. Las razones de esta posible dimisión son de carácter personal, aunque no se han dado más detalles al respecto. Esta situación ha llevado a Salgado a sostener conversaciones con el Presidente de la República, Gabriel Boric, y con la ministra de Salud, Ximena Aguilera, para discutir su futuro en el cargo.
Etcheverry, en la conferencia de prensa donde se abordó esta situación, aclaró que no se ha fijado una fecha precisa para la presentación formal de la renuncia de Salgado. Sin embargo, destacó que, una vez tomada la decisión, se comunicará públicamente en el momento oportuno. Esta situación plantea interrogantes sobre la continuidad de las políticas de salud pública en el país, especialmente en un contexto donde las listas de espera para atención médica han mostrado un crecimiento alarmante.
Desde el último informe, presentado a 31 de diciembre de 2024, se ha registrado un aumento significativo en las listas de espera. Las cirugías pendientes han crecido un 16,98%, mientras que las consultas médicas sin atender han aumentado en un 8,31%. Esta realidad pone presión sobre la actual administración y revela desafíos importantes que el nuevo subsecretario deberá enfrentar, independientemente de quién asuma el cargo.
Entre los nombres que están siendo considerados para reemplazar a Osvaldo Salgado se encuentran figuras como Daniela Greiver, Vlademir Pizarro, Bernardo Martorrel y Andrea Solís. Asimismo, Carmen Aravena, quien actualmente ejerce como subrogante, también ha sido mencionada como una posible candidata. En este proceso de selección, se están evaluando también alternativas provenientes del Frente Amplio, lo que podría influir en la dirección estratégica de las redes asistenciales.
La renuncia de Salgado, si se concretara, no solo supondría un cambio en la dirección de las redes de salud, sino que también podría tener repercusiones en la política sanitaria del actual gobierno. Observadores políticos destacan que la gestión del nuevo subsecretario estará bajo el escrutinio público, especialmente en un momento crítico donde la eficiencia y la rapidez en la atención de los pacientes son cruciales para mejorar el sistema de salud chileno.