De acuerdo con la reciente Encuesta «Chile Nos Habla», realizada por el Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián (USS), las empresas chilenas han obtenido una calificación poco favorable en términos de sostenibilidad, con un promedio de 3,7 en la escala de 1 a 7. Las evaluaciones han sido aún más bajas a nivel regional y comunal, donde las empresas recibieron un 3,4 y un 3,2 respectivamente. Este estudio revela que la percepción de las acciones sostenibles de las empresas se encuentra por debajo de las expectativas sociales, lo cual evidencia una clara demanda por un mayor compromiso en materia ambiental.
La sostenibilidad es considerada un tema de gran relevancia por la ciudadanía, con tres de cada cuatro encuestados expresando su preocupación. En este contexto, casi la mitad de los participantes se manifestaron dispuestos a pagar más por productos o servicios que sean sostenibles, aunque un notable 21,9% mostró poco o ningún interés en este sentido. Este contraste entre la disposición a pagar más y la percepción de las acciones empresariales sugiere una desconexión significativa entre lo que los ciudadanos esperan y lo que actualmente se ofrece en el mercado.
En términos de prioridades, la encuesta indica que la ciudadanía otorga mayor importancia a la reducción de la contaminación y a la promoción de trabajos dignos y seguros. Sin embargo, las empresas parecen enfocarse en otras áreas, como el reciclaje y la mejora de la calidad de vida de sus clientes. El coordinador de Impacto Social de la USS, Felipe Bettancourt, destaca que la discrepancia entre las expectativas de la población y las acciones percibidas por las empresas pone de manifiesto la necesidad de un diálogo más efectivo entre los sectores empresarial y social.
Respecto a las acciones concretas que las empresas deben llevar a cabo, el uso de energías renovables lidera la lista con un 45,5% de los encuestados indicando que debería ser una prioridad. También se mencionó la importancia de reportar acciones en materia de sostenibilidad y promover proyectos educativos y culturales relacionados con el medio ambiente. Sin embargo, las empresas enfrentan varios obstáculos para implementar estas acciones, siendo los costos de implementación la barrera más citada por el 30% de los participantes.
Finalmente, la encuesta reveló que la responsabilidad en materia de sostenibilidad es vista como una tarea compartida entre el Gobierno y las empresas, con un 91,3% de los encuestados de acuerdo con esta afirmación. Un 61,8% atribuye la responsabilidad al Gobierno, mientras que el 60,7% la relaciona con las empresas. Las acciones individuales también ocupan un papel importante, con una alta participación en prácticas sustentables como el apagado de luces al salir de una habitación y el reciclaje, aunque aún queda un camino por recorrer para elevar la conciencia y acción colectiva hacia la sostenibilidad en Chile.